Nuevo reto: Máster de Investigación en Actividad Física y Deporte

Esta entrada la inicie escribiendo desde el barco de vuelta a la península. Tras un verano intenso en lo profesional y en lo personal, por fin tengo la ocasión de ponerme a escribir. Y lo hago inspirado en la entrada de Manuel Alcazar, en ella nos habla de la salida de nuestra zona de confort y de la exposición a lo desconocido, ya sea por necesidad, por apertura de mira o entendimiento, o por probar algo nuevo y diferente.

Hace unos meses salí de Madrid para iniciar mi carrera profesional como fisioterapeuta, tenía ganas de trabajar y no aparecían las opciones que deseaba al terminar la universidad, así que me fui a Ibiza en el periodo estival, lo que supuso una primera salida de mi zona de confort, en este caso por necesidad.

A mitad de verano recibí una carta que alteraba mis pensamientos, aún no tenía decidido si me quedaría en Ibiza al finalizar el verano, afortunadamente había encontrado trabajo para todo el año como fisioterapeuta e instructor de Pilates, es decir, para lo que me he formado durante los últimos 6 años. En esa carta recibía la gran noticia de haber sido admitido al Máster de Investigación en Actividad Física y Deporte de la Universidad Politécnica, de la Facultad de INEF de Madrid. Algunos habréis leído aquella entrada en la que plateaba la calidad de los estudios de postgrado en fisioterapia. Para mi esta era una oportunidad muy importante, siendo fisioterapeuta me admitían en un campo en el que tienen prioridad los Graduados en Ciencias de la Actividad Física y Deporte (CCAFYD). Pensé que no debía desaprovechar esta oportunidad y decidí que volvía a Madrid para seguir optando a un  Doctorado, una segunda salida de mi zona de confort.

Y aquí me encuentro, dejando atrás una etapa profesional en la que he aprendido a dirigir sesiones de rehabilitación, entrenamientos personales y en grupo de Pilates con máquinas (Pilates Studio)…¡incluso en inglés! He recibido la formación por parte de mis propios compañeros, todos ellos están formados en la Escuela Internacional Peak Pilates, son fisioterapeutas, e incluso TAFAD o CCAFYD según el caso, a los cuales solo puedo dedicar palabras de agradecimiento. He podido trabajar como fisioterapeuta en una policlínica donde se atendían pacientes de mutuas de trabajo, esto me ha hecho entender un tipo de trabajo dentro de la fisioterapia que me ha dado que pensar. Afortunadamente he podido trabajar bastante más con mis manos, he podido utilizar la terapia manual como herramienta principal, he aprendido de cada paciente, intentando utilizar el razonamiento clínico en cada sesión, como fisioterapeuta recién titulado no es fácil entender porque mejoraban o no mis pacientes. Hay que seguir reforzando ese concepto de ‘razonamiento clínico‘.

En lo personal, he percibido lo que debe sentir un emigrante, pero yo he tenido fortuna, fuí recibido por un grupo de personas que apenas conocía, y que durante estos meses me han hecho sentir como parte de su familia, todos ellos también salieron de su zona de confort, por unos motivos u otros.

Ahora empiezo una nueva etapa, vuelvo cargado de energía y con ilusiones renovadas para seguir alcanzado los objetivos que están marcados desde hace tiempo, que sé que han de ir cumpliéndose paso a paso, de uno en uno. Estoy terminado de escribir estas líneas a escasas horas de empezar las clases, nueva universidad, nuevos compañeros, nuevos profesores…y todo ello en el ámbito de la actividad física y el deporte, ¡un sueño!

Seguro que en el tiempo que dure esta etapa podré escribir mucho acerca de mi pasión, actividad física y salud, por supuesto acepto sugerencias para próximas entradas.

¡Hasta pronto compañer@s!